
1904 - Los orígenes
París, 1904. A dos pasos del Moulin Rouge, Ernest Chausseur abre su boutique e impone un estilo audaz.
En el ajetreo de Pigalle, entre bailarinas de cabaret y figuras de la moda, nació una firma única: zapatos de fuerte carácter, diseñados para realzar cada paso.
Así comienza la historia de una casa parisina dedicada a las mujeres libres y atrevidas.

Los años 20 - Seducción en movimiento
Los Années Folles estaban en pleno apogeo y París se embriagaba de libertad. Mistinguett y Josephine Baker electrizaron el escenario, todos en la piel de Ernest.
Los tacones se elevan y los ojos también: más que un zapato, un objeto de deseo.
La mujer Ernest se reafirma, surca los cielos y conquista la ciudad con audacia y sensualidad.

Años 20
1926. Sobre el escenario, Mistinguett encendió el Moulin Rouge, rivalizando con Joséphine Baker, que electrizó el Folies Bergères.
Pero cuando cae la noche, todos se reúnen en la Place Blanche para dar un paseo por el 75 bulevar de Clichy...

Años 50 - Una nueva era
En vísperas de cumplir medio siglo, Jeanine, hija de Ernest, asume la dirección de la empresa.
Simplifica el nombre: ERNEST.
Visionaria, abrió un nuevo capítulo, combinando tradición y modernidad. Sus creaciones ya revelan el ADN de la Casa: tacones de autor que redefinen la feminidad, desde los más cotidianos hasta los más espectaculares.

Los años 60 - Impulso universal
Los catálogos de Ernest viajan de París a todo el mundo.
Todas las mujeres, todas las culturas, comparten la misma aspiración: la libertad.
Había nacido una figura universal: la mujer Ernest, encarnación de la audacia, la elegancia y la independencia.

Años 70 - El icono fotografiado
Los artistas se apoderaron del universo Ernest. Helmut Newton inmortalizó el zapato del Elíseo y su vertiginoso tacón de 14 cm, convirtiéndolo en símbolo de sensualidad y afirmación.
El tacón Ernest se ha convertido en una leyenda, el aliado de todas las mujeres que se atreven a reinventarse.

Años 80 - Moda y audacia
París vive de noche, y Ernest brilla a los pies de las celebridades.
Es la época de las primeras colaboraciones artísticas. Jean Paul Gaultier, fascinado por el estilo Ernest, firma con la Casa un modelo icónico: el zapato GO, hoy intemporal.
Se forjó un vínculo creativo único entre la Casa y el diseñador, cimentando la audacia como lenguaje común.

Los años 1990-2000 - Luces y escenas
Desde los desfiles de Blanca Li hasta las fotos de Karl Lagerfeld, Ernest ha vivido a través de los tiempos y ha dejado su huella en los mayores escenarios.
Moda, danza, espectáculo: el zapato Ernest se convierte en actor por derecho propio, siempre fiel a su misión: sublimar la feminidad a través del tacón.

La década de 2010 - Renacimiento parisino
En 2015, la empresa recuperó su nombre original y pasó a llamarse Maison Ernest.
Libre y poco convencional, afirma su herencia parisina en el corazón de Saint-Germain-des-Prés.
En 2017, la Casa innovó una vez más inventando la joya del tacón, una creación exclusiva que eleva el zapato a la categoría de joya.

La década de 2020: una visión reinventada
En 2024, la Maison Ernest desvela una nueva identidad creativa, contemporánea y audaz, fiel a su herencia.
El característico tacón de 55 mm es la encarnación de la feminidad liberada: un equilibrio perfecto entre comodidad y sensualidad, diseñado para acompañar a las mujeres de día y de noche.
En la actualidad, Maison Ernest celebra la diversidad, el empoderamiento y la libertad de las mujeres, con una artesanía excepcional que trasciende el tiempo.



